Estadísticas

19 de noviembre de 2011

Capi 18

Antes de nada, sólo deciros un par de cositas:

  1. Lo siento por las Selenáticas. Ya lo dije hace algunos capítulos: No tengo nada en contra de Selena. Pero quise hacer la nove así. Bueno, a lo que iba. En este capitulo se van a decir cosas algo... Ya me entendéis.
  2. Lo que aparezca entre dos ~, es mi pensamiento. Por ejemplo: ~Lourdes no sabe, que gracias a su comentario del capítulo anterior, decidí meterla a monja. Así no se follará a Ryan. Juás, juás.~ ¿Alguna duda?

Espero que os guste el capítulo, y lo siento por las palabrotas. (:

#CαǷiƮυLơ 18#¿¡Que tú, QUÉ!? ¡Te mato, es que te mato!

Dicho esto, encendí la grabadora y salí de la habitación. Aún quedaban unos cuatro minutos. Fui hacia el ascensor y me metí en él, sin pulsar ningún botón. Selena llamaría y este iría a su planta. Nos encontraríamos aquí. ¿Qué puede salir mal?
Algo interrumpió mis pensamientos. Eran las puertas, estaban cerrándose. Mi plan estaba en marcha. No había vuelta atrás. Si salía bien, Selena no volvería a hacer esto más. Al menos, con Justin. Pero si salía mal... No, no podía pensar en eso. No ahora.
El ascensor se detuvo. Las puertas se abrieron y la vi. Ella. Miraba hacia otro lado. Al notar que las puertas se abrieron, volvió su mirada hacia el ascensor. Me vio. Yo sonreí, sonrisa falsa. Entró y me saludó.

Selena: ¡Gema!
Yo: Hola Seel.
Selena: ¿Por qué querías que nos viéramos en la habitación de Ryan?
Yo: Para hablar tranquilas, si nadie que nos molestase.

El ascensor se detiene. Salimos de él y buscamos la habitación. Ella toca a la puerta y poco después abre mi Socio.

Ryan: Chicas, pasad. Yo me voy a dar una vuelta, avisadme si os vais.
Yo: Vale. Gracias Ryan.
Ryan: Denada.

Entramos adentro. Con mucho disimulo, miro donde está la cámara. No, no se vé. Ryan se va y cierra la puerta. Selena está a mi lado.

Yo: ¿Nos sentamos?
Selena: Vale.

Cogí dos sillas. Las puse donde antes, pero algo más cerca. A ella no le pareció nada extraño, mucho menos sospechoso. Me senté en una silla y ella en la otra.

Selena: Bueno, cuéntame. ¿Cómo has estado tan desaparecida?
Yo: Pues nada, el instituto y tal, lo de siempre.
Selena: Ams...
Yo: Y tu, ¿qué has hecho todo este tiempo? ~Aparte de ser una puta robafamas. ¬¬ ~
Selena: Pues nada, videoclips, entrevistas, grabar mi serie... Lo de siempre.
Yo: ¿Ninguna novedad?
Selena: Pues ahora no se de ninguna.
Yo: ¿Ah, no? ¿Y que hay de lo tuyo con Justin? Se te ve bastante enamorada. ~Si, ¡de su fama y fortuna, cacho zorra!~

Ella se ríe. ~¿De qué se ríe la gilipollas esta?~

Selena: ¡Si es que soy buena actriz! ¡Incluso te engañé a ti!
Yo: ¿Qué? ~Lo sabía. ¡Si es que lo sabía!~
Selena: Venga, no me digas que enserio crees que le quiero.
Yo: Pues la verdad es que lo parece. ~¡Pues claro que no, imbécil!~
Selena: Vaya, creía que me conocías mejor.
Yo: Estás con el por la fama, ¿verdad? ~Te conozco demasiado bien.~
Selena: Claro que si. ¿Por qué si no iba a estar con ese niñato?
Yo: Uf, ya creía que estabas cambiando. ~¡Serás puta! ¿A quién llamas tú niñato?~
Selena: Jajaja, tu tranquila. No voy a cambiar. Y jamás saldría con él, si no fuera por su fama.
Yo: ¿Y por qué no? ~Tú tranquila, no cambies. Pero de la fama te puedes olvidar, por que con esto Justin te va a dejar, sí o sí.~
Selena: ¿Por qué? Por que es un crío. Un simple niñato. No está a mi altura. ~¿Un crío, un niñato? ¿Que no está a tu altura? ¡No le llegas ni a la suela de las supras, gilipollas!~ La verdad, es que no sé que ven sus fans esas, las “bilibers”, en él. ¿Pero tú lo has visto? Se cree muy guay. ~¡Tú si que te crees guay, pero solo eres una puta entre todas!~ ¿Lo has oído cantar? ¡Dios, que voz tan horrible! ~¿Horrible? ¡Ya quisieras tú tener esa voz de ángel! Anda que tu voz de pito...~ Odio su forma de ser. ~¿Y la tuya?~ ¿Y qué es eso de ir diciendo cada dos por tres: “¡Mira eso!”? ¡Por favor! ~Pues a mi me encanta. ¿Algún problema?~ ¿Y su pelo? ¡Menos mal que le convencí para que se lo cortara! ~¿¡Que tú, QUÉ!? ¡Te mato, es que te mato!~ Es peor que un niño pequeño. Es tan ingenuo... ¡Se creé todo lo que le digo! Más que un novio, es mi marioneta personal. ~¡Og! Gema, respira. ¡Relajate, o le explotarás las tetas a la guarra esta! Aunque no sé cómo no le explotaron ya con tanto relleno -.-~

Me quedé boquiabierta. Selena siguió y siguió diciendo cosas... Mientras, se reía. Al menos, esto refuerza mi autocontrol. Sólo no me dejé ir hacia ella y agarrarla de las extensiones, porque mi plan se iría al garete.
Después de un rato, ya se fue Selena. Me dio su número, por si tenía que contarme algo. Llamamos a Ryan para que viniera. Me preguntó si se quedaba a esperar a Ryan, pero yo le dije que se podía ir con su marioneta. Ya había parado el video y también la grabadora. Al fin llegó Ryan y nos fuimos hacia mi casa, aunque no sin antes llamar a las chicas.

[…]

Estábamos los cuatro en mi habitación. Mi madre no estaba. Ella si me dejó una nota, en la que decía que no llegaría hasta la hora de almorzar. Nos sentamos en la cama. Cogí el portátil y lo puse sobre mis piernas. Había hecho el montaje antes, así que sólo presioné el play.
Después de ver el video, los tres se quedaron boquiabiertos.

Lourdes: ¡Sera puta! ¡Como se le ocurre hacer eso! ¡Es una falsa! Eah, ahora la odio. ¿Cómo puede ser tan... tan...? ¡Tan así! Que pena de persona...
Ana: Joder... ¿Y yo era fan de “esta”?
Ryan: ¡Lo sabía! ¿Te lo dije o no te lo dije?
Lourdes: ¡Hay que decírselo a Justin!
Ana: Es verdad, tiene que saberlo.
Yo: ¡No!
Los tres: ¿Qué?
Yo: No podemos hacer eso.
Ryan: Pero... ¿No lo hacías para eso? ¿Para desenmascarar a Selena?
Yo: Si... Pero no podemos hacer eso...
Ana: ¿Por qué no?
Yo: Pensadlo. Esto le destrozaría. Poneros en su lugar.
Lourdes: Tiene razón.
Ryan: No podemos hacerle eso...
Ana: Es verdad. ¿Y ahora qué?
Yo: Nada, olvidarnos de esto...
Ryan: Tienes que hablar con él.
Yo: ¿Pero no habíamos dicho ya que no?
Ryan: Para decirle esto no, para que hagáis las paces.
Lourdes: Si Gema, deberías hacerlo.
Yo: No. No voy ha hacerlo.
Ana: Venga, por favor...
Yo: ¿Y que me grite otra vez? No, gracias.
Ryan: Gema... Siete años. Tú misma lo dijiste. Tía, el quería arreglarlo, él te buscó. Se queda empanado cada dos por tres... Hasta tiene tu foto de fondo en su móvil.
Yo: ¿Qué foto?
Ryan: Salís los dos, el te lleva montada a caballito y tu haces el signo de la paz con los dedos. Creo que teníais siete años.
Yo: Si... Esa foto nos la hizo Pattie, en su cumpleaños.

Al recordar eso sonreí.

Ana: Venga, hazlo por nosotros.
Lourdes: Si, porfaah...
Yo: ¡Vale, vale! Pero como me grite se lleva una ostia.
Ryan: Vale, pero intenta que no lo haga, ¿si?
Yo: Vale, Socio.

#¡Fin de capítulo 18 chicas! ¿Os gustó? ¡Eso espero! Para que luego os quejéis... ¡Escribiendo capítulo a las 1:25 de la madrugada! Bueno, ya empiezo con el interrogatorio... ¿Se enterará algún día Justin? ¿Vosotras se lo hubierais dicho? ¿Haremos las paces? ¿Se llevará una ostia? ¿Os enteraréis algún día de qué pasó entre nosotros? No os lo perdáis en el próximo capítulo de “El verdadero amor no se olvida”.
Lo siento muchísimo por todas las palabrotas y lo mal que pinté a Selena, en serio. Pero si no, la novela no tendría la misma gracia :S
Por favor chicas, ya se que soy pesada, pero estoy algo depre. ¿Podéis recomendarme y comentar? No os pido tres folios, ¡os pido una o dos palabras, joder!
OosQuierooO lectoras, un beso.

Capi 17

 
#CαǷiƮυLơ 17# ¿Qué puede salir mal?

Ryan: Ya... Te estás arriesgando mucho. Al parecer él te importa más de lo que dices.
Yo: Son más de siete años juntos, por mucho que haya hecho o por mucho tiempo que haya pasado, no se puede olvidar tan fácilmente.
Ryan: Pasasteis mucho juntos, ¿verdad?
Yo: Si... Bueno, nos vemos mañana.
Ryan: Adios, socia.
Yo: Ciao, socio.

-Fin de la conversación telefónica-

Dejé el móvil encima del escritorio.
Tenía razón. Ryan tenía razón. Él me importaba, quizás demasiado. Siete años no son poco. Seguramente, si él no me fuera gritado, fuera acabado por perdonarle.
Aunque... Ahora que lo pienso, fui gilipollas al marcharme de Canadá por una tontería semejante. ¿En qué estaría pensando? Desperdicié una amistad... ¡Gema, para ya!
Él te traicionó, ¿recuerdas? No cumplió su promesa. No fue culpa tuya. Quizá exageré, pero no podía haber hecho como si nada. Además, si no me fuera ido, jamás hubiera descubierto la verdad. No sabría quién soy, de dónde vengo. Seguiría allí, viviendo en una mentira.
Suspiré. Luego sacudí la cabeza. Cogí el pijama, la ropa interior y me dirigí al baño. Cerré la puerta detrás de mi y me desvestí. Abrí el grifo y modulé el agua, haciendo que no saliera ni muy fría ni muy caliente. Templada, en su punto, perfecta. Me metí en la ducha. Cerré los ojos, mientras las gotas caían sobre mi piel y resbalaban, llegando a cada rincón. Conseguí desconectar, dejar la mente en blanco. Por primera vez en bastante tiempo, estaba totalmente relajada.

[…]

-Pii, pi pi pi pii... Pii...-

Sonó la alarma de mi blackberry. Estiré mi brazo hacia la mesita, aún sin abrir los ojos. A tientas, intenté cogerla, pero me resultó imposible. La alarma sonaba y sonaba. ¡Cómo odio ese sonido! ¿Por qué no di con ella? ¿Dónde est...? ¡Claro! Seré despistada... Anoche la dejé en el escritorio.
Me senté en la cama, medio dormida aún. Me estiré y luego me froté los ojos, para luego abrirlos. Sin ganas, fui hacia mi móvil y desactivé la alarma. Si no fuera sido mi querida blackberry, seguramente estaría destrozada. Hubiera estampado el despertador, o cualquier otro móvil, contra el suelo. De hecho, lo hice más de una vez. Ante esto último no pude evitar reír.
Me dirigí hacia el baño. Me lavé la cara y luego me miré al espejo. ¡Dios mio! Casi pego un grito. ¡Qué pelos! Cogí el peine y me peiné. Uff, muchísimo mejor. En pijama todavía, bajé a la cocina.
Después de desayunar y lavarme los dientes, subí de nuevo a mi cuarto. Me vestí. Una camiseta azul turquesa de hombro caído, unos shorts vaqueros y unas converse del color de mi camiseta. Cogí las llaves, unas gafas de sol y mi móvil. También, la cámara y la grabadora. Salí de casa sin que se enterara mi madre. Aún estaba dormida. Ni si quiera le dejé una nota. Total, siempre hago igual. Me puse los cascos y fui hacia el hotel escuchando música. Antes de llegar a la esquina, cojo mi BB para mirar la hora. Luego, lo vuelvo a meter en el bolsillo. Un momento... ¿Qué hora es? Siempre me pasa lo mismo... Meto mi mano en el bolsillo del pantalón y saco de nuevo el móvil. Las 10:17h. Ahora si, dejo el móvil en su sitio. Tras un rato caminando, llego al hotel. Entro y me dirijo donde se encuentra la recepcionista.

Recepcionista: ¿Qué desea?
Yo: ¿Puede decirme cuál es la habitación de Ryan Butler?
Recepcionista: Lo siento, pero no es posible.
Yo: Necesito hablar con él, ayer estuve aquí con dos amigas y con él. También subí y hablé con Justin.
Recepcionista: Ah, ya me acuerdo de usted. Es la 207.
Yo: Gracias.
Recepcionista: Denada.

Me monté en el ascensor y pulsé el botón. La puertas se cerraron y empezó a subir. Tras poco tiempo, el ascensor paró y las puertas se abrieron. Caminé por el pasillo. A un lado la habitación 201, al otro la 202... Sigo adelante. Paso por la 203, la 204... Un poco más. 205, 206 y... Aquí está. Habitación 207. Toco en la puerta. Toc, toc, toc. Nada. Ni unos pasos. Me extraño. Miro la hora. Las 10:25h. Tenía que estar a las 10:30h. Toco de nuevo. Toc, toc, toc. Espero. Ahora sí, se oyen algunos pasos acercándose. Se abre la puerta. ¿Y quién aparece en la puerta? Ryan, mi Socio, Ryan Butler. Está sin camiseta. ¿Sin camiseta? ¡Sin nada! Sólo lleva unos bóxer. Tiene cara de recién levantado, y se frota los ojos. Bosteza.

Ryan: Pasa.
Yo: ¿Estabas dormido?

Entro a su habitación. Está ordenada. Que raro, para ser un chico. Cierra la puerta y se dirige a mi.

Ryan: Si.
Yo: ¿No se te ha ocurrido ponerte el despertador? Esto es una misión de vida o muerte. ¡La mía!
Ryan: Lo siento, se me olvidó de hacerlo. Al menos si avisé a Selena.
Yo: Gracias. Oye... ¿Me haces u favor?
Ryan: Si, claro. ¿Cuál?
Yo: Vístete.
Ryan: ¿Qué?

Yo le señalo. Él se mira.

Ryan: Ups...

Se va corriendo a vestirse. Yo me río. Mientras él se viste, yo miro la habitación. La observo, detenidamente. Cada rincón, cada mueble, cada objeto. Todo. Y lo veo. Hay. Perfecto. Entre varios adornos, pongo la cámara. Escondida. Oculta. La enciendo. Le doy a grabar. Perfecto. Me alejo. Miro allí. No se ve. No se nota, nada.

Ryan: ¿Qué haces?

Me sobresalto, no lo sentí llegar. Me doy la vuelta.

Yo: No, nada...
Ryan: ¿Me explicas ya?
Yo: Claro. Pero antes... ¿Ves algo? ¿Algo sospechoso, cómo una cámara?
Ryan: ¿Una... cámara?

Empieza a mirar por toda la habitación, con detenimiento. Hace como yo, mira cada rincón, cada mueble y cada objeto. Concluye la búsqueda.

Ryan: No, ¿por qué?
Yo: No, por nada... Ven, siéntate.

Cojo dos sillas y las coloco, una frente a otra, frente a la cámara. Yo me siento en una. Él, son comprender aún nada, en la restante. Cojo la grabadora del bolsillo, junto con mi blackberry. Miro la hora. Las 10:36h. Vale, tengo tiempo de sobra. Enciendo la grabadora y la vuelvo a poner en el bolsillo. Ryan me mira cómo lo hago, parace entender algo más, pero no demasiado.

Yo: Vale. Ya está todo. Ahora comienza la prueba.
Ryan: ¿No me explicas antes?

Niego con la cabeza.

Yo: Prueba de la misión improbale, ¡toma uno!

Ryan se ríe y yo con él.

Yo: Ahora si, te explico. Mientras Selena me confiese todo, lo grabaré con la grabadora que tengo en el bolsillo.
Ryan: ¿Y por qué en mi habitación?
Yo: Por si hay alguna duda de que sea Selena. A veces, las grabadoras distorsionan la voz. Por eso, la voy a grabar en video. Y no puedo poner la cámara delante de ella.
Ryan: Por eso me preguntaste lo de la cámara.
Yo: ¡Exacto! Luego, sólo tengo que subirlo al ordenador. Hago el montaje y ¡asunto resuelto!
Ryan: Entiendo. Es un buen plan. Pero... ¿dónde está la cámara?

Me levanto, él me sigue. Me paro frente al mismo sitio que estaba antes, cuando él llegó.

Yo: Justo aquí.

La cogí y se la mostré. Paré el video. También saqué la grabadora e hice que dejara de grabar.

Yo: Ahora, vamos a comprobar que funciona.

Puse el video primero. Tenía la grabadora preparada, para que justo cuando en el video yo la encendiera, aquí lo hiciera también. Y así lo hice. Perfecto. Bueno, tendría que poner las sillas un poco más cerca, pero perfecto. Borré el video de la cámara y la puse en su lugar, grabando de nuevo. Luego, borré la grabación. No podía dejar ninguna prueba. Miré la hora. Las 10:50h.

Yo: Socio, me tengo que ir. Vamos a poner las sillas en su sitio.

Pusimos las sillas y me dirigí a la puerta.

Ryan: ¿Ya te vas?
Yo: Si. Selena no me puede pillar aquí. Yo me voy, luego vengo como si jamás hubiera entrado y tu nos abres a las dos, justo antes de irte para que nosotras hablemos. ¿Alguna duda?
Ryan: Ninguna.

Dicho esto, encendí la grabadora y salí de la habitación. Aún quedaban unos cuatro minutos. Fui hacia el ascensor y me metí en él, sin pulsar ningún botón. Selena llamaría y este iría a su planta. Nos encontraríamos aquí. ¿Qué puede salir mal?

#Hasta aquí el capítulo 17. ¿Os gustó? ¿Conseguiré mi objetivo? ¿Ocurrirá algo horrible, al haber dicho la típica frase que se dice en las pelis justo antes de que se tuerzan las cosas? ¿Se pondrá celosa mi amiga Lourdes real, que es quien encarna a Lourdes en la novela, porque he visto a Ryan en bóxer xDD? ¡No os lo perdáis en el siguiente capítulo!

Lectorcitas queridas, lectoras fantasmas (¬¬) y otros (-.-); siento mucho no subir, el instituto no me deja tiempo. Espero que no dejéis de leerla, y que suban los comentarios. Por que al igual que mi profe de geografía se deprime si sacamos malas notas, yo lo hago si no tengo apenas comentarios. Y si me deprimo, no tengo inspiración. Y sin inspiración, no hay capítulo.

SeeOosQuiiereeE. Gema, la Noveliista (: